Todos sabemos la importancia de mantenerse activo y que no es sólo una cuestión meramente física, sino que tienen efectos positivos en la salud de todo el organismo y previenen de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas e incluso el cáncer. O dicho de otra manera, el sedentarismo aumenta mucho la probabilidad de sufrir alguna de estas condiciones y enfermedades y ya no es cuestión de si te gusta o no hacer ejercicio o de si es para ti o no, sino de cuándo y dónde vas a empezar. Si nunca hemos hecho ejercicio esta es una cuestión difícil, en el mundo del ejercicio existe mucho intrusismo y cada vez más nos venden planes milagrosos para adelgazar o parecer como algún famoso. No existen milagros a corto plazo, y deberíamos plantearlo a muy largo plazo, de hecho ya sabemos que pasa si no hacemos ejercicio, así que debería ser de por vida. Para notar los efectos positivos del ejercicio, La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar ejercicio cardiovascular entre 150 y 300 minutos a la semana como caminar, trotar, nadar o montar en bici, además de realizar ejercicios de fortalecimiento muscular dos o tres veces por semana para potenciar estos beneficios.
Pasear es necesario pero no suficiente, si no fortalecemos nuestros músculos perderemos un 1% de nuestra masa muscular cada año, con lo que conlleva a la pérdida de fuerza y funcionalidad de estos músculos, el aumento de masa grasa y a la invalidez con la edad, aumentando el riesgo de caída y de fractura. Podemos entrenar en casa, con algunas mancuernas y bandas elásticas sería suficiente, pero con el tiempo dejaría de ser un estímulo necesario para el músculo y entraríamos en una etapa de estancamiento, desmotivación y abandono. En el gimnasio tenemos más opciones como máquinas, poleas, mancuernas, barras, etc. Pero hay tantas opciones que si no hay alguien que nos guíe estaremos perdidos y antes de que termine el mes habremos abandonado. En un estudio de entrenamiento personal estos materiales están limitados a lo que verdaderamente es útil para hacerte progresar y el entrenador personal realmente individualiza el entrenamiento hacia tus objetivos, gustos y preferencias, además conocerás el porqué de cada ejercicio, aprenderás a entrenar de verdad, y te motivará en los días más difíciles.
Un gimnasio es un centro que funciona como un club. Normalmente pagas una matrícula y luego cada mes una cuota que suele ser bastante económica. Dentro habrá algún monitor que te echará una mano y siempre será obligatoria una toalla para entrenar y ponerla en las máquinas para evitar mancharlas de sudor. Un gimnasio puede ser grande o pequeño pero siempre tendrá las mismas características, una sala diáfana con diferentes aparatos y una o varias salas más pequeñas para las clases colectivas donde podremos hacer un ejercicio más cardiovascular. En la sala más grande encontrarás máquinas para fortalecer los músculos de todo tu cuerpo, que te guiarán en todo el recorrido, siendo las más seguras para iniciarte en este mundo. Además encontrarás máquinas de poleas donde hará falta algo más de técnica para poder hacer los ejercicios de manera segura. Y por último encontraremos el peso libre, mancuernas, barras y discos, con los cuales podrás realizar ejercicios más ricos motrizmente y donde involucramos todos los grupos musculares, eso sí, sin una técnica adecuada es probable que te acabes lesionando.
El gimnasio tiene muchas ventajas, suelen tener gran variedad de máquinas por lo que podrás elegir según tus preferencias, y si ya eres experto te permitirá planificar adecuadamente tus entrenamientos. Y si no te gusta levantar peso tienes la opción de acudir sólo a las clases colectivas, así que prepárate para sudar. Y todo esto por un precio muy reducido.
Pero tener gran cantidad de aparatos y mancuernas a veces te hará sentir muy perdido, sobre todo al principio. Aunque las máquinas sean más seguras, algunas son complicadas de entender y usar, otras veces están ocupadas las que tienes que usar, y si tienes dudas con alguna técnica el monitor no siempre podrá estar contigo.
Los estudios de entrenamiento personal suelen ser espacios o salas más reducidas que los gimnasios y cuentan con material deportivo más limitado, sobre todo peso libre y casi nunca máquinas como en los gimnasios. En todo momento estarás con tu entrenador que te guiará y colocará todo el material para que tu no tengas que pensar en nada, adaptando cada peso y ejercicio a tu capacidad, limitaciones y preferencias. Lo normal es hacer entrenamiento personal, pero algunos estudios ya tienen entrenamiento en parejas, incluso en grupos reducidos, siendo estos servicios más asequibles. Suelen estar enfocados a la pérdida de masa grasa, al aumento de masa muscular, a tratar alguna condición, enfermedad o dolencia como hipertensión, embarazo, lumbalgia, osteoporosis, fragilidad, etc. O a la preparación de algún evento deportivo.
Al ser personal hay tantos objetivos como personas y cada planificación es diferente. Lo que siempre será igual es tu entrenador animándote y motivándote para progresar cada día un poco más y que te sientas mejor física y mentalmente.
El estudio de entrenamiento personal personal es para ti si:
- Nunca has entrenado.
- Si tienes vergüenza y no te gusta entrenar con mucha gente.
- Si tienes alguna condición o trastorno que necesite personalización.
- Si has empezado varias veces en el gimnasio y no encuentras la motivación para seguir.
- Si tienes tiempo limitado para entrenar.
- Si quieres lograr tus objetivos más rápido y sin riesgo de lesionarte.
El gimnasio es para ti si:
- Tienes un presupuesto muy limitado.
- Ya tienes más de un año de experiencia en entrenamiento.
- Si tu objetivo es la hipertrofia y necesitas 4/6 días de entrenamiento.
- Si valoras el ambiente social de los gimnasios.
- Si te gustan las clases colectivas.
Ya sabes que vas a empezar a entrenar, pero si aún no sabes dónde y aún te cuesta empezar a hacer ejercicio y mantenerlo después de tantos años, y ya es una necesidad o no una cuestión sólo estética, no te lo pienses más y contrata a un entrenador personal. Será la mejor inversión en salud que habrás hecho, y dejarás de ir tanto al médico, al fisio y a la farmacia para aliviar tus dolores, además de sentirte más jóven, fuerte y ágil. Si todo el mundo que se apunta al gimnasia fuera durante todo el año no cabrían, juegan con el precio porque saben que luego no irás. Si te parece caro un entrenador personal visualízate dentro de muchos años e imagínate en qué condición física quieres estar, si quieres seguir siendo independiente, poder subir montañas sin problema y viajar por todo el mundo.