La osteoartritis o artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta el cartílago, el revestimiento de las articulaciones, los ligamentos y los huesos, lo que provoca dolor, hinchazón y rigidez de las articulaciones afectadas. La osteoartritis afecta con mayor frecuencia a las rodillas, las caderas, las manos y la columna y se asocia con una disminución de la actividad física y un aumento de la morbilidad y la mortalidad.
Las mujeres corren mayor riesgo que los hombres, especialmente después de los 50 años, y hay una mayor incidencia con la edad en ambos sexos que se estabiliza aproximadamente a los 80 años.
Si bien se deben evitar las actividades que causan o exacerban el dolor en personas con artrosis, el ejercicio físico proporciona beneficios que han sido ampliamente estudiados y pueden reducir el dolor articular en muchos casos. Las personas con artrosis que tienen sobrepeso u obesidad también pueden beneficiarse de la actividad física y de la reducción de grasa inducida por el ejercicio, ya que esto reduce la presión sobre las articulaciones que soportan peso. El ejercicio también aumenta la estabilidad de las articulaciones, la fuerza muscular, la coordinación, el equilibrio, la propiocepción y la movilidad de las articulaciones.
3 tipos de entrenamientos que te ayudarán a mejorar
- Se debería realizar aquel ejercicio cardiovascular que utiliza una gran masa muscular, como nadar, andar en bicicleta o caminar, de tres a cinco días por semana a una intensidad ligera o moderada durante 20 a 30 minutos.
- También se recomienda el entrenamiento de fuerza, dos o tres veces por semana a intensidad moderada.
- El ejercicio para aumentar la flexibilidad y la movilidad debe realizarse de tres a siete días por semana, con tres series de una a cinco repeticiones por grupo muscular, y mantenerse durante 5 a 30 segundos.
